MITOS SOBRE LAS EMOCIONES

Desde hace algunos años, es cada vez más frecuente leer y escuchar distintas informaciones sobre las emociones. Nuestra sociedad parece más consciente de la importancia de las mismas, y nos anima a saber más de ellas para poder manejarlas mejor.

Términos como inteligencia emocional están cada vez más presentes en nuestro día a día, y se trata sin duda de una cuestión que nos afecta a todos y todas por igual y suscita gran interés.inteligencia_emocional

Sin embargo, este aumento de información no siempre trae consigo un mejor conocimiento del ámbito emocional,  sino que por el contrario, con demasiada frecuencia se crean mitos o leyendas sobre las emociones, que lejos de ayudarnos a  mejorar su manejo, nos confunden y generan mayor malestar.

Te proponemos analizar alguno de ellos para generar un conocimiento más veraz y verdaderamente útil:

Mito 1: Hay emocione positivas y negativas

A pesar que identificamos emociones desagradables y agradables, esto no implica que unas sean “malas” y otras “buenas”, pues realmente todas ellas son necesarias y adaptativas.  Es decir,  gracias a todas las emociones que sentimos, estamos aquí como especie. Por ejemplo, la emoción de miedo resulta necesaria para poder reaccionar ante una situación que identificamos como amenaza y protegernos: Ej:  Cuando nuestros antepasados se enfrentaban a animales salvajes, necesitaban sentir medo para reaccionar y poder proteger su vida , y del mismo modo nos sucede en ahora con los diversos peligros a los que nos podemos enfrentar.

Por tanto, podemos decir que aunque es cierto que algunas emociones son más agradables que otras,  el fin último es de nuestras emociones es nuestra supervivencia, y por tanto, todas son necesarias y ninguna resultará negativa.

Mito 2: Algunas emociones son peligrosas

Como ya hemos dicho, es falso que algunas emociones sean negativas o perjudiciales, pues en origen, todas son sanas y necesarias. Valoramos sin embargo que puede existir un problema, cuando alguna de ellas aumenta excesivamente en duración, frecuencia o intensidad; de manera que pierda la utilidad para nosotros, pero en ningún caso la emoción en sí es peligrosa, pues si existe, es porque nuestro cuerpo está preparado para ella y tiene una función.

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Mito 3: Mostrar emociones es de débiles

Esta afirmación no resulta novedosa, pues desgraciadamente se ha transmitido de generación en generación durante demasiado tiempo. Especialmente para el género  masculino, ha resultado un tabú la expresión emocional, considerándose que quien se permite mostrar sus emociones, no era lo suficientemente “fuerte” (ej: “los verdaderos hombres no lloran…”)

Sin embargo, los últimos estudios indican que mostrar emociones no sólo es una necesidad para el ser humano, sino que cuando se nos impide o nos impedimos a nosotros mismos la expresión de nuestras emociones, nos sentimos doblemente mal.

El buen manejo emocional pasará entonces por ser capaz de no sólo reconocer y aceptar nuestras emociones, sino expresarlas en la medida que nos resulte necesario y beneficioso, alejándonos del mito de que por ello somos más vulnerables.

Mito 4: Para ser feliz, hay que tratar de estar alegre siempre.

La alegría es una emoción agradable, que nos gustaría sentir constantemente. A pesar de eso, no es posible estar alegre todo el tiempo. ¿Por qué? Pues porque tal y como hemos visto, las emociones que no son tan agradables de sentir (miedo, rabia, tristeza…) son igual de necesarias, y no podemos prescindir de ellas, están ahí por algo.

Las emociones como el miedo, la tristeza o la rabia, sirven para conectar con nosotros mismos, reflexionar, valorar lo que tenemos, ser precavidos y poner límites.

Al contrario de lo que se piensa, difícilmente podemos tener bienestar sin éstas emociones menos agradables, que nos ayudan a anticipar peligros, a cuidar de nosotros y a contar con apoyo social.

Mito 5: El enfado y la rabia son emociones que tengo que evitar

A muchas personas nos han enseñado desde pequeños que mostrarnos enfadados y sentir rabia está mal, y por tanto, como adultos hemos aprendido ocultar estos sentimientos y no mostrarlos, teniendo la sensación de “tener que tragarlos”.  Pero sin duda, también hemos notado a veces, como el vaso se desborda, explotando de repente y expresando estos sentimientos en su grado extremo (“perdiendo los papeles”).

Estos son algunos de los riesgos de creer este mito y tratar de evitar estos sentimientos.  La emoción de enfado es una emoción necesaria, para poner límites en nuestra vida, defender nuestros derechos y no dejarnos pisar por los demás.

Si cuando nos enfadamos, podemos expresar lo que sentimos, de una manera respetuosa y sana, esto nos va a liberar mucho peso y nos va a permitir poner límites en nuestra vida.

Mito 6 : Si me distraigo, la tristeza desaparece.

Cuando nos distraemos, lo que ocurre simplemente es que la tristeza queda aparcada, pero sigue dentro de nosotros. Distraernos puede servir en el momento, para dejar de estar tristes, pero en otra situación, momento o lugar esa tristeza si no se resuelve, va a volver a nuestro cuerpo.

Al contrario de lo que muchas veces nos dicen, es importante que nos dejemos sentir en el cuerpo la tristeza, la sensación física,  llorando sí así lo necesitamos.

Sólo si dejamos la tristeza salir, y no la reprimimos, si le expresamos al otro cómo nos sentimos, la tristeza irá poco a poco cumpliendo su función para terminar desapareciendo.

Mito 7: Hay que vencer al miedo

A veces se nos transmite que el miedo es un enemigo contra el que hay que luchar, teniendo que enfrentarnos a él. Aunque es cierto que si nos dejamos arrastrar por él, puede ser muy limitante en nuestra vida, la solución no siempre será obligarnos a vencerle, es decir, tratar de no sentir miedo ante una situación determinada, pues esto no siempre es posible.

Si en vez de ponernos el miedo delante para que nos bloquee, le dejamos que nos acompañe, en vez de ser un enemigo, lo convertimos en aliado. Y entonces podemos encontrarnos realizando acciones que nos dan miedo, a pesar de él.  Eso va a hacer que el miedo al final solo salga, para protegernos en momentos que verdaderamente lo necesitemos.

Mito 8: Las emociones son permanentes

Sin duda, es fácil creer esto cuando estamos sintiendo fuertes emociones desagradables, como tristeza, enfado o miedo. En estos momentos nos parece la emoción no va a desaparecer nunca y fuera a durar para siempre, pero esto no es más que una sensación más.

Pues en  realidad, todas las emociones vienen y van. Ej Como una ola en el mar, viene y va. Siempre que hagamos el proceso correcto, que tiene que ver con los procesos de sentir la emoción en nuestro cuerpo, observarla, identificar qué emoción es, dejarla que se quede en nosotros un rato y expresarla si es necesario,  veremos como poco a poco va desapareciendo y bajando su intensidad, pues ninguna emoción es permanente.

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¿QUÉ HACES PARA SENTIRTE BIEN?

Parece claro que todos y todas deseamos el mayor tiempo de bienestar que podamos alcanzar,  y que las sensaciones desagradables tengan la mayor brevedad posible.   Para ello, es importante aprender estrategias  para manejar las mismas y poder afrontar los malos momentos de la manera más adaptativa.  Pero sin duda, también será positivo  dedicar cierto esfuerzo y dedicación diaria a la conquista de emociones más agradables y deseadas, como la alegría o la tranquilidad.

En ocasiones somos nosotros/as mismos/as quienes adoptamos actitudes muy  rígidas  o centradas en las sensaciones que queremos superar, como la tristeza ansiedad, resultando contraproducente en la búsqueda de nuestro bienestar y alejándonos de la felicidad, ¿es éste tu caso?

Te proponemos realizar este sencillo CUESTIONARIO que te ayudará a reflexionar sobre si dedicas suficiente tiempo y atención a la búsqueda de sensaciones agradables, o por el contrario a veces puedes ser el peor enemigo o enemiga de tu alegría.

 ¿Haces algo para sentirte bien?

1. En mi casa…

  • a) Hay mucha luz del sol.
  • b) Hay más bien claridad natural.
  • c) Es un apartamento interior.

2. Cada día…

  • a) Conduzco más de dos horas.
  • b) Hago una hora de ejercicio.
  • c) Ninguna de las anteriores

3. Cuando tengo oportunidad…

  • a) Pienso en mi futuro.
  • b) Salgo al campo
  • c) Voy de compras

4. Tengo más bien…

  • a) Poco tiempo.
  • b) Proyectos.
  • c) Aficiones.

5. El lugar donde vivo…

  • a) Es muy tranquilo y sólo se oyen los sonidos de la naturaleza.
  • b) Se oyen de lejos los murmullos de los vecinos.
  • c) Se oye permanentemente ruido de tráfico y otros sonidos molestos.

6. El deporte que hago es…

  • a) Ver la TV.
  • b) Cada semana.
  • c) De vez en cuando y si me llaman.

7. Los colores con los que está decorada mi casa…

  • a) Me hacen sentir muy a gusto.
  • b) No sabría decir cómo me hacen sentir.
  • c) Los eligió alguien con quien no comparto el gusto.

8. Lo bueno de un día en el campo…

  • a) No es mejor que lo bueno de un día en la ciudad.
  • b) Es que satisface una necesidad básica.
  • c) Es que te distraes.

9. En mis ratos libres…

  • a) Quedo con alguna amistad.
  • b) Estoy más bien solo/a.
  • c) Quedo con mucha gente.

10. El olor de mi hogar…

  • a) Me da seguridad.
  • b) Me pasa desapercibido.
  • c) No me gusta y lo noto al entrar.

11. El color del cielo es…

  • a) Algo que paso por alto.
  • b) Siempre diferente.
  • c) El día que hace.

12. Me costaría prescindir de tomar cada día…

  • a) Pan y pastas.
  • b) Café.
  • c) Fruta y verdura.

Resultados: Calcula tus respuestas transformando las opciones a,b ó c elegidas en S P ó I según corresponda.

            S  P  I                                                       S  P  I

  1.   a  b  c                                                7.   a  b  c
  2.   b  c  a                                                8.   b  c  a
  3.   b  c  a                                                9.   c  a  b
  4.   c  b  a                                              10.   a  b  c
  5.   a  b  c                                              11.   b  c  a
  6.   b  c  a                                              12.   c  a  b

Mayoría de respuestas S: Eres una persona de costumbres sanas, conserva tu gran sentido común y tu instinto para acercarte y  valorar las sensaciones agradables. Acostumbras a crearte entornos satisfactorios y a cuidarte. Has sabido aprender lo que realmente deseas y es bueno para ti. Continúa en esta línea, ¡la alegría de vivir no tiene límites!

Mayoría de respuestas P: Eres práctico/a. Tu sentido de la utilidad puede estar apartándote de la finalidad primordial de ser feliz. Puedes hacer más por escucharte y disfrutar de la vida sin preocuparte tanto. No dejes que la sociedad pese más que tu sensibilidad: ¡si hay alguna verdad, está dentro de ti!

Mayoría de respuestas I: Urge que cambies de vida. Estás siendo casi cruel contigo mismo/a. Puedes empezar por las cuestiones externas y continuar por tus costumbres. Sólo puedes ser feliz con tu cuerpo, empieza a tratarlo con cariño y te lo agradecerá pidiéndote más.

disfrutar_cuidarse_ alegría