CÓMO NOS AFECTA DORMIR MAL

Las adversas condiciones climatológicas del dormitorio son una de las causas más frecuentes de los problemas de sueñoque aparecen principalmente en éstos meses de verano. Resulta complicado tanto conciliar, como mantener un sueño profundo y de calidad mientras nuestro cuerpo “lucha” con mantener una temperatura adecuada para descansar.

Esto hace que nos despertemos cansados, de mal humor y acumulando tensión y ansiedad durante las horas de vigilia, lo que puede terminar afectando negativamente a nuestro rendimiento y relaciones.

Puesto que no  podemos controlar el clima (salvo usando algunos remedios tecnológicos como el aire acondicionado que no para todos son accesibles), os proponemos algunas sencillas medidas a tener en cuenta para mejorar vuestro descanso también en estos meses de calor:

PAUTAS PARA MEJORAR EL DESCANSO

  • Trata de no estar en la cama más tiempo del necesario. Acuéstate sólo cuando tengas sueño.
  • Intenta  levantarte todos los días a la misma hora, aunque sea fin de semana o estés de vacaciones, las rutinas de sueño facilitan mucho un buen descanso.
  • Es mejor no dormir durante el día. Aunque las siestas son atractivas en los días de calor,  no sirven para recuperar el sueño perdido, y dificultan dormir bien la noche siguiente.
  • Evita la cafeína ya desde la tarde, y el consumo de alcohol antes de intentar dormir. El tabaco también es un excitante que dificulta el sueño.
  • Evita las comidas y cenas “pesadas” (de difícil digestión).
  • Es bueno hacer ejercicio con regularidad para estar más cansados, pero evítalo en las horas más cercanas al momento de irse a dormir.
  • Por el contrario, intenta realizar actividades que te ayuden a reducir la activación del organismo siempre  antes de dormir;  como leer, escuchar música relajante o darte una ducha.
  • Cuida todo lo posible el ambiente de la habitación donde duermas. Evita ruidos, que entre la luz, busca una cama cómoda y ropa de cama adecuada. Siempre que sea posible, facilita que la habitación tenga una temperatura adecuada, abriendo ventanas, usando ventiladores, etc.
  • Tras acostarte, procura mantener los ojos cerrados aunque no te duermas. Intenta no dar vueltas en la cama, encontrar la postura en que te encuentres cómodo e intenta no cambiar, dentro de lo posible. Cuanto menos nos movemos, menos información bombardea nuestro cerebro.
  • Por último, es mejor no dejar relojes cerca y evitar consultar la hora, pues el sueño siempre llega, y cuanto más tratamos de conciliarlo, más aumenta la ansiedad. Es mejor mantenerse tranquilo y confiar en que nuestro cuerpo encontrará la mejor manera de descansar a pesar de las altas temperaturas.

 

Esperamos que éstas pautas sean útiles y descanséis en estas calurosas noches de verano!!