Un año más, estamos en Navidad, y como sabemos, estas fiestas vienen acompañadas de potentes mensajes sobre estar juntos, disfrutar, celebrar y ser felices. Si no estás pasando un buen momento o te encuentras en conflicto con alguna persona con la que vas a compartir estos días, estos mensajes pueden minimizar tu experiencia y no tenerla en cuenta.

Podemos llegar a sentirnos  avergonzados de nuestras emociones,  sobre todo si son de ambivalencia respecto a la familia, pues parece que esto no es lo que “se espera” en estas fechas.  La sensación de angustia o tristeza puede ir acompañada a la vez de sentimientos de culpa.

Ante ello,  las formas más comunes de afrontamiento pueden incluir desde desconectarse,  a sentirse emocionalmente sobrepasado e irritable, lo cual puede dar lugar a una serie de mecanismos de afrontamiento como dejar de sentir a través del alcohol, las drogas o las compras.

Para evitar caer en estos comportamientos y disminuir el malestar, os proponemos algunas claves para cuidarse también en estas fiestas:

  • Limita las visitas y celebraciones: Restringe el tiempo de visita a la familia y compromisos a aquel que te haga sentir cómodo/a, puedes compartir algunos momentos, pero siendo consciente de cuándo es suficiente.
  • Reserva tiempo para actividades que disfrutes: Además de acudir a los compromisos y celebraciones señaladas, puedes aprovechar estas fiestas para pasar tiempo con un buen amigo, hacer actividades que impliquen cuidarte, como ejercicio, meditación, o  algo que te guste como escuchar música, hacer algo creativo, hacer punto, escribir un diario o cualquier otra actividad relajante.
  • Diseña tus propias fiestas. Las fiestas no tienen por qué ajustarse al molde tradicional. Si la familia es demasiado estresante, inicia nuevas tradiciones con tus amigos. No te exijas a ti mismo/a hacer que tus vacaciones parezcan felices ni la experiencia de cercanía con la familia que la sociedad impone.
  • Estate atento a pensamientos tipo blanco/negro. Las fiestas no son completamente buenas o malas. Asegúrate de prestar atención tanto a los aspectos positivos como a los negativos.
  • Sé consciente de qué necesitas y permítetelo. No te dejes llevar por las presiones e imposiciones sociales; para, ve con calma y recuerda las cosas fundamentales que te definen para decidir en qué te quieres implicar realmente.

Date tiempo, tanto para estar solo/a como para estar con gente. Rodéate de personas, pero resérvate también tiempo para ti mismo/a.

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